Santa Rosa de Lima Isabel Flores de Oliva, religiosa peruana de la orden de los dominicos fue la primera santa de América. Tras haber dado signos de una intensa precocidad espiritual, a los veinte años tomó el hábito de terciaria dominica, y consagró su vida a la atención de los enfermos y niños y a las prácticas ascéticas, extendiéndose pronto la fama de su santidad. Santa Rosa de Lima nació el 20 de abril de 1586 en la vecindad del hospital del Espíritu Santo de la ciudad de Lima. Bautizada como Isabel, su madre empezó a llamarla Rosa desde que un día, al acercarse a su cuna, le vio el rostro encendido como una rosa. En compañía de sus 12 hermanos, la niña Rosa se trasladó al pueblo serrano de Quives, donde pasó su infancia y parte de su adolescencia. Recibió en 1597 el sacramento de la confirmación de manos de Santo Toribio de Mogrovejo. Rosa ya estaba decidida a seguir la vida religiosa y tomó como modelo la vida de Santa Catalina de Siena. Siguiendo su ejemplo, se